Académico vs. Visceral

 



    En el amplio ámbito de la arquitectura existen dos tipos de construcciones culturales: la construcción  académica y la construcción visceral.  Lo visceral apela a la imaginación, a la creatividad, a lo surrealista y a la intuición.  En cambio, lo académico apela más a la razón, utilizando como base la historia.  Al comparar grandes arquitectos como Boullé y Durand, vemos cómo esas ideas contradictorias se llevan a cabo en la expresión arquitectónica. 

     Etienne-Louis Boullée y Frank Gehry, aún sin ser contemporáneos, son arquitectos que nos muestran lo visceral en la arquitectura mediante sus diseños.  La obra de Boullée tenía que representar una idea y prioritizaba, a la hora de diseñar, la forma visual del edificio para transmitir el propósito del mismo.  Por lo tanto, la función del edificio quedaba en un segundo plano y se determinaba en base a la forma.  En obras como el Cenotafio para Isaac Newton y  la Biblioteca Nacional de Boullée vemos cómo el arquitecto las concibe desde la imaginación, lo visionario y lo surrealista, mayormente en términos de forma y escala.  Debido a esto, se refieren a sus obras como edificios que se convierten en esculturas. 

    Por otro lado, Jean Nicolas Louis Durand y Rafael Moneo nos muestran en sus obras el ejemplo de una arquitectura más técnica, ordenada y estructurada.  En contra de la moda poética del romanticismo, la obra de Durand, a diferencia de Boullée, se enfocaba primordialmente en la utilidad y función del edificio.  La fachada y la forma no intervenían con la función, pero sí se pensaban para aportar a ella.  Durand también expresa en su obra la idea de que la ingeniería, en vez del arte, tiene una relación mas estrecha con la arquitectura.  Además, resalta que todo sistema en el diseño de un edificio se genera a partir de las ideas y proporciones de la razón y la historia.

    En conclusión, al estudiar a estos arquitectos y sus respectivos acercamientos a la arquitectura, podemos comprender la importancia de ellos.  Sería la arquitectura ideal un balance entre lo visceral y lo académico?  Si dejáramos a un lado lo visceral no seria posible lograr expresiones particulares que nos permiten tener variaciones en el lenguaje espacial y arquitectónico.  Por esta razón, considero que el balance lleva a la buena arquitectura, pero el aspecto visceral es lo que hace la particular distinción sobre lo que verdaderamente es la arquitectura.

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